Wish You Were Queer: Edición bostera

Como sabrán, el fútbol me tiene sin cuidado. Y voy a ser completamente sincero: si miro un partido (fuera de los mundiales, con los que a veces me engancho) va a ser para ver a los jugadores. Y cuanto más europeos, mejor. Los locales no suelen atraerme en lo más mínimo. Dicho esto, acá va un WYWQ dedicado a dos jugadores locales que son la excepción a la regla (y que conste que dije "la excepción a la regla" y no "la excepción que confirma la regla", porque eso siempre me pareció un oxímoron: una excepción, por definición, jamás podría confirmar una regla). Uno de ellos es más bien polémico; he discutido con gente que lo considera bien feucho, pero yo lo parto como un queso. El otro fue seleccionado por mi amigo Jotafrisco, quien supuestamente es heterosexual (y es futbolero, y bostero), pero los mancrushes entran dentro de la legalidad, digo yo. Igualmente, estoy completamente de acuerdo con Jota, porque la verdad es que el hombre está más que bien. Los dos jugadores dables del fútbol argentino son bosteros. Dado que tengo ascendecia bostera (mis pocos conocimientos futbolísticos se remotan al bosterismo y a mi infancia: Marangoni-Hrabina-Cucciufo-JuanSimón-elmonoNavarroMontoyayparádecontar), el hecho de que me quepan probablemente venga de ahí. Anyway...

Con ustedes, Juan Román Riquelme:

 

y Sebastián Battaglia, pero antes, unas palabras del señor Frisco:

Soy heterosexual, y fanático de Boca, aunque aclaro que esto que escribo no es clandestino o secreto, ya que bastante gente lo sabe. También es sabido que el bostero tiene, en su esencia, una particular devoción por el mediocampista central, específicamente el 5. Siguiendo la tradición de Giunta y Serna, disfruto casi sexualmente de los quites enérgicos e insensatos de Battaglia a cualquier tarado que planee meterle fantasía al juego bajo sus narices. 

Todo normal, hasta ahí, ¿pero qué pasa cuando el 5 de turno es recontra fachero? 

Seba, soy tuyo. 


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